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Con las elecciones presidenciales de 2020 que se avecinan, y con muchas afirmaciones y contrademandas sobre el impacto de un presidente en la industria petrolera, pensé que podría ser de interés revisar la historia de la producción y el consumo de petróleo de EE. UU. Durante los últimos 50 años. Estos son los aspectos más destacados del mandato de cada presidente.
 
Richard Nixon fue investido como el 37º presidente el 20 de enero de 1969. Cuando el presidente Nixon asumió el cargo, la producción de petróleo de Estados Unidos estaba llegando a un pico después de más de 100 años de producción creciente. Las importaciones representaron el 10% del consumo estadounidense. En 1970, la producción de petróleo de Estados Unidos alcanzó los 9,6 millones de barriles por día (BPD) y comenzó un declive prolongado y constante.
 
Richard Nixon comenzó su segundo mandato el 20 de enero de 1973. La producción de petróleo de Estados Unidos había disminuido a 9,2 millones de barriles por día, mientras que el consumo había aumentado en 3 millones de barriles por día desde el primer año del primer mandato de Nixon. Como resultado, las importaciones de petróleo se duplicarían con creces durante la presidencia de Nixon, y los ciudadanos estadounidenses conocerían el peligro de la dependencia de las importaciones con el embargo petrolero de la OPEP de 1973.
 
Gerald Ford fue investido como el 38º presidente el 9 de agosto de 1974 después de que Nixon renunciara en desgracia. Durante el mandato del presidente Ford, la producción nacional de petróleo siguió cayendo. El consumo y las importaciones de petróleo de EE. UU. Continuaron creciendo, y ambos estuvieron en máximos históricos durante el último año de Ford en el cargo.
 
Jimmy Carter fue investido como el 39º presidente el 20 de enero de 1977. Las tendencias recientes en el consumo, la producción y las importaciones se invirtieron durante el mandato del presidente Carter. El consumo cayó un 2%, la producción estadounidense aumentó un 6% y las importaciones, después de subir inicialmente a niveles récord durante su primer año en el cargo, fueron una fracción porcentual más bajas al final de su mandato que durante el último año de Ford en el cargo. Los factores que escapan al control de Carter, como la revolución iraní y la guerra entre Irán e Irak, influyeron mucho en los mercados petroleros.
 
Ronald Reagan fue investido como el 40º presidente el 20 de enero de 1981. El consumo de petróleo continuó disminuyendo durante la mayor parte del primer mandato del presidente Reagan, y la producción de petróleo volvió a niveles que no se habían visto en una década. Las importaciones de petróleo cayeron un 35% durante su primer mandato.  
 
Ronald Reagan comenzó su segundo mandato el 21 de enero de 1985. Las tendencias de su primer mandato se invirtieron, ya que el consumo aumentó un 10%, la producción nacional cayó un 8% y las importaciones de petróleo aumentaron un 49%.
 
George HW Bush fue investido como el 41º presidente el 20 de enero de 1989. El consumo cayó levemente durante su mandato, pero la producción nacional cayó aún más, un 12%. Las importaciones aumentaron un 19%, de nuevo por encima de los 6 millones de barriles diarios por primera vez desde la década de 1970.

 

Mientras el mundo se mueve lentamente ante la nueva realidad creada por el coronavirus y Europa empieza esta semana a contemplar la posibilidad de nuevos confinamientos ante el crecimiento de nuevos contagiados, en esta parte del mundo (A.L) vemos que la curva de contagios no disminuye significativamente, sino que continúa sosteniendo una tendencia preocupante, sin que por el momento las promesas de una vacuna en el corto plazo se consoliden. Por el contrario, algunas de las farmacéuticas con mayor avance de efectividad en las pruebas, han tenido que realizar pausas en su desarrollo, ante la aparición de efectos colaterales en algunos voluntarios.

Con excepción de Rusia que asegura tener no solo una sino dos vacunas para antes del fin de año, la realidad es que todo evidencia que solo hasta el segundo semestre del 2021 tendremos con algún grado de certeza una vacuna en los países de América Latina incluyendo a Colombia.

El gobierno ha hecho ingentes esfuerzos por mantener en control el nivel de contagiados en el país, sin embargo, la escasa cultura del cuidado que caracteriza a muchos grupos poblacionales le ha puesto enormes barreras a la prevención y ha generado focos de contagio que no parecen tener fin.

En Bogotá las marchas amparadas en la llamada “protesta social” han producido grandes aglomeraciones que según datos de la Alcaldía coinciden con los picos de contagio que aparecen 14 o 15 días después.  Para el momento de escribir esta columna, está llegando a la capital la Minga  indígena con más de 9000 integrantes que marcharon desde el Cauca  en vehículos atestados, sin ningún protocolo de bioseguridad, (cero distanciamiento, escaso o casi nulo lavado de manos, arengas, licor y bailes)  y que en imágenes que vemos en televisión creen que el simple tapabocas ( que utilizan a medias) es suficiente para proteger a las poblaciones que están en su camino y que aún no logro entender los reciben como héroes, y les abren las puertas de escenarios deportivos, para albergarlos y protegerlos ( a ellos sí) guardando todas las consideraciones para un grupo poblacional que no tiene ninguna consideración para el resto de sus compatriotas.  

Los de la “ Minga” azotan y expulsan  a soldados del ejército nacional de sus territorios,  no quieren interferencia del gobierno en sus decisiones, pero si  marchan para exigir del gobierno nacional respuestas   a solicitudes   que van desde  “ reformar la doctrina militar” ,  obligar a  “la prohibición de Fracking ”  y   el retiro de “ la política extractivista”  hasta exigir“ Implementación de los acuerdos de paz de la habana, continuidad de  diálogos  con el ELN y cumplimientos de los acuerdos con las organizaciones sociales” ( ver declaración en la página de la onic.org.co).

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Muchos de nosotros disfrutamos de las películas del lejano oeste por herencia de nuestros padres, ir a una sala de cine, para ver la lucha entre los malvados y los buenos, que generalmente defendían a los pobladores, incluía siempre en la mezcla algún cobarde en el pueblo y los matones que abusaban de forma reiterativa de la población.  Eran argumentos ganadores en estos clásicos, que hoy son casi inexistentes en nuestras salas de cines, pensando en estas viejas películas,  quiero traer este símil para describir lo que está sucediendo en Colombia con la nueva clase de matones, solo que esta vez se mimetizan tan bien que parecen los buenos de la película.
 
Lo que está sucediendo  desde hace varios años con el sector minero energético en Colombia, retrata fielmente como los grupos mal llamados “ambientalistas” se han convertido en los nuevos matones del poblado, avanzando en hordas organizadas y con financiamientos desconocidos,  reparten a diestra y siniestra verdades a medias y se endilgan el derecho a la  supuesta defensa del agua, el aire, la tierra y hasta el sol, son como los matones del lejano oeste, todos los que se atrevan a estar en contra de sus ideales se convierten en objetivos de ataques en redes sociales, las cuales controlan muy bien apoyados por " los mayores  expertos en medio ambiente" que un buen día decidieron ser actores, cantantes, reguetoneros,  modelos, chefs y presentadoras de televisión, pero no lo duden, son en sí mismos la representación más exacta del conocimiento científico, ya que  de la noche a la mañana se han convertido en expertos en Hidrología, Geología, Sísmica, Ingeniería, Geotecnia y Sociología,  estos señores aprovechan la enorme cantidad de seguidores para vender un discurso anti empresarial, disfrazado de una defensa del medio  ambiente, porque seamos sinceros,  la realidad es que estos "defensores" que pasan por victimas ante el colectivo nacional,  no se han visto  jamás protestando ante los derrames petroleros que indiscriminadamente la guerrilla hace cuando vuela los oleoductos, causando impactos irreversibles en las corrientes de aguas superficiales que surten de agua potable a algunas poblaciones,  tampoco los hemos visto protestando ante el mega desastre ambiental producido por  el enorme avance de la deforestación  de la selva amazónica,  depredada por intereses de narcotraficantes y  grupos ilegales, para la siembra de cultivos de coca y ganadería.
 
Nunca se han pronunciado en contra de la extracción ilícita de minerales que se realiza en las selvas del Choco y en el bajo cauca antioqueño, no van a esas poblaciones a oponerse al robo continuo  de nuestros recursos naturales, esos temas no son de su interés, porque ellos solo “defienden” el medio ambiente que les interesa,  ellos por el contrario montan sus caballos de batalla, cuando una empresa organizada , vigilada por las autoridades, que genera empleo y sigue estándares internacionales, quiere realizar algún proyecto, llámese minero, de hidrocarburos o energético, ahí aparecen  con su discurso " ambientalista " se rasgan vestiduras, lloran en Cámara y mueven las masas de seguidores incautos que están dispuestos  a comprar todo los que estos " influenciadores" les quieran vender, no importa la calidad del producto, mucho menos la calidad del contenido, saben que la nuevas generaciones se alimentan diariamente con sus contenidos insulsos y carentes de calidad, las redes sociales son su nueva religión, y sus profetas van desde la niña que utiliza su cuerpo como elemento de venta, la presentadora que deja correr sus lágrimas porque “ van a acabar con el agua del planeta” hasta el personaje que toma el nombre de los huevos del piojo (La Liendra) para evangelizar a sus seguidores , y como sucede con las drogas de las cuales conocemos su nefastas consecuencias, siempre encuentran compradores. En esta nueva religión los grupos de “ambientalistas” se mueven como peces en el agua, utilizan la ignorancia  y la desinformación  para sembrar sus ideas anti-desarrollo,  porque no nos equivoquemos, al final el resultado de sus campañas  se verá traducido en regiones más empobrecidas y con mayor ilegalidad.
 
¡Cuando se le cierran las puertas a las empresas formales,
se le abre la ventana a los grupos ilegales!

El mundo que hemos conocido ha tenido cambios irreversibles en los últimos años, la sociedad cada vez más globalizada, es alimentada constantemente por un enorme flujo de información al alcance prácticamente de todos, la tecnología forma parte de nuestro diario vivir, desde teléfonos inteligentes, hasta aplicaciones que nos permiten navegar por rutas y ciudades sin tener un conocimiento previos de estas, ya no es necesario solicitar una dirección.

Cada vez dependemos menos de nuestro conocimiento aprendido debido al enorme big data que tenemos al alcance, teléfonos móviles con inteligencia artificial, autos eléctricos , trenes de hidrógeno, casas inteligentes,  el internet de las cosas, telemedicina, las energías renovables, e innumerables avances que por la velocidad en que aparecen ya no sorprenden a nadie y se convierten en algo cotidiano, dejamos de maravillarnos y simplemente estamos siendo llevados por una corriente de nuevos descubrimientos tecnológicos, que han hecho  que la mayoría de los  individuos que habitamos en este planeta tengamos  hoy un mejor nivel de vida , si lo comparamos con el estándar de comienzos del siglo XX.

Pero claramente esto es solo una cara de la moneda, porque muy a pesar de todos los avances tecnológicos la otra cara muestra una realidad inconcebible para el mundo hoy, en América Latina para poner un ejemplo 1 de cada 5 habitantes vive en la extrema pobreza, es decir que tiene menos de U$ 1,90 al día para sobrevivir, de acuerdo a cifras del Banco Mundial, en el mundo el 10% de la población vive en pobreza extrema, aproximadamente 736 millones de personas.

“Más de la mitad de la población extremadamente pobre vive en África al sur del Sahara. De hecho, la cantidad de pobres de esa región aumentó en 9 millones, por lo que en 2015 había 413 millones de personas que vivían con menos de USD 1,90 al día, cifra superior a la de todas las demás regiones en conjunto. Si la tendencia se mantiene, para 2030 prácticamente 9 de cada 10 personas extremadamente pobres vivirán en África al sur del Sahara.” (Fuente Banco Mundial).

Cuando observamos estas cifras y correlacionamos los datos entre la extrema pobreza y los lugares con mayor déficit de recurso hídrico, empezamos a entender cuál es el reto y los desafíos que como especie nos planteamos para el futuro: “El Agua”, es el recurso más vital en nuestro planeta, aunque también el más abundante, cerca del 70% de esta roca en la que vivimos está cubierta de agua, sin embargo el 97,5% de esta es salada y se encuentra en los océanos, lo cual nos deja un 2,5% de agua dulce para nuestro consumo, una cifra que se reduce aún más, cuando vemos que de ese pequeño porcentaje, el 30% son aguas subterráneas, ( disponibilidad a alto costo)  en hielo y glaciares el 69,7 %,  y solo el 0,3 % del  total de agua dulce esta disponible para el consumo humano y de sus actividades de subsistencia, una cifra que nos pone en perspectiva de que es lo que realmente es valioso para el futuro de las nuevas generaciones y para la propia existencia de nosotros como especie.

Muchos países hoy en el mundo carecen del vital elemento y ciudades enteras están agotando, sus reservas de agua convirtiéndose en ciudades inviables, ciudad del cabo en Suráfrica, es considerada la primera ciudad del mundo que agotó su disponibilidad de agua, estando a punto de cerrar completamente sus grifos en el 2018, la sobrepoblación unida a las fuertes sequias y  un recurso limitado pusieron la atención del mundo en esta ciudad del África, sin embargo en nuestro propio continente tenemos  graves problemas y  Sao Paulo, una metrópoli de más de 21 millones de habitantes estuvo al borde de la sequía total en el 2015, fenómeno  del que no escapa ciudad de México, otra mega urbe que está al borde del stress hídrico y tiene que importar más del 40% del agua potable que consume.

China tiene el 20% de la población mundial, sin embargo, cuenta con apenas 7% del agua potable global, en 2014, cada uno de los más de 20 millones de habitantes de Pekín recibieron sólo 145 metros cúbicos de agua al año, el Banco Mundial considera que hay escasez de agua cuando se reciben menos de 1.000 metros cúbicos de agua potable anuales por persona.

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